Radiohead, lección número uno: no temer a la experimentación

Radiohead cuelga gratis su último disco en internet. Radiohead emprende una gira ecológica. Radiohead permite a los internautas que remezclen su último single. Radiohead apoya a Amnistía Internacional y el comercio justo.

Thom Yorke, furor interpretativo

El grupo de Oxford sale en los periódicos día sí y día también, dejando claro que parecen saber cuál es su lugar en el mundo frente a retos globales como el medio ambiente, el negocio discográfico, internet o el compromiso político. Pero, ¿y la música?

El concierto de ayer en el Fórum de Barcelona (con la expectación acumulada durante los ocho años que la banda llevaba sin visitar la Ciudad Condal) me ha hecho reafirmarme en algo que pienso a menudo: los periódicos deberían hablar menos de las campañas del grupo y más de su música. Algún día me gustaría encontrarme con un titular que dijera "Radiohead tocaron ayer 'Airbag'". O algo así. Pero claro, eso sería lo que me gustaría leer a mí.

Así que, devolviendo al grupo al campo musical, lo primero que saco en claro de la noche de ayer es que Thom Yorke es el tío más carismático (en gran parte gracias a su extraño físico) del panorama musical actual. Se me saltaron las lágrimas cuando lo vi aparecer en el escenario. Su característico falsete y su inconfundible forma de cantar sólo guardan cierto parentesco con las que se ahogaron en un río de Memphis el 29 de mayo del 97 con Jeff Buckley. Pero nada de eso es una novedad. La novedad es que cada vez se hace más patente que el 'frontman' de Radiohead ha dejado de hacerle sombra a la otra gran figura del grupo, Jonny Greenwood, multiinstrumentista tocado por el don divino de la sensibilidad y el genio musical.

 Sin embargo, lo más importante que demostró ayer Radiohead es que ellos confían de sobra en el camino de experimentación electrónica en la que van adentrándose desde 'Kid A', el álbum que, a pesar de las buenas críticas, dejó a medio mundo perplejo y (por qué no decirlo) decepcionado por el giro que suponía respecto a 'OK Computer', la obra maestra del quinteto.

Desde entonces, la tendencia se ha impuesto en su carrera. Después del tándem electrónico, intimista y atormentado que 'Kid A' y 'Amnesiac' formaban, 'Hail to the thief'  vio la luz en 2003, erigiéndose como un nuevo punto de inflexión, un disco más rabioso y contestatario, que parecía la transición a una vuelta de tuerca más en el estilo de la banda. Sin embargo, 'In rainbows', el álbum que todo el mundo conoce porque podía ser descargado íntegramente de la red sin coste alguno (¿pero no dijimos que no íbamos a hablar de eso?), se ha quedado para muchos a medio camino entre el pasado y... algo más. Algo que debería haber llegado este año.

El balance del setlist (por cierto, nunca repiten repertorio) confirma no obstante la confianza en las nuevas canciones, que parecen ganar según pasan los meses. Y, desde luego,  Las diez canciones que componen 'In rainbows' (más una rareza de una edición limitada) tuvieron un peso gigantesco en comparación con las referencias a sus primeros trabajos, contadas con los dedos de una mano: dos canciones de 'The Bends' ('Planet Telex', que cerró el concierto y 'The bends') y tres de 'OK Computer' ('Paranoid Android', 'Lucky' y 'Airbag').

Estos cinco temas hicieron cundir la locura entre el público, quedando patente algo que la experiencia empírica ha demostrado en repetidas ocasiones: los grupos a veces llevan a sus seguidores por caminos que se resisten a transitar. Pero hay que dejarse llevar y dejar atrás las reservas a lo nuevo. Los experimentos de hoy serán los clásicos de mañana. Y si no, no hay más que ver cómo se recibe hoy 'Everything in its right place', paradigma del nuevo sonido Radiohead. "Yesterday I woke up sucking a lemmon..."

[*Los accesos epilépticos por los que se deja invadir Yorke en 'The gloaming', las virguerías sonoras que Greenwood se sacó de la manga (incluida la guitarra eléctrica tocada con un arco en 'Pyramid song') y su agresiva guitarra, los tambores de 'There, There', el delirio rítmico de 'Idiotheque' o la furia de 'Airbag' no las comento para no pasarme con la literatura.]