España, de cine

España comienza la Eurocopa con una contundente victoria sobre Rusia por 4 a 1. Gran actuación del equipo que dirige Luis Aragonés, que comienza la Eurocopa con una goleada en un partido de cine.

David Villa. Uno de los nuestros (EFE)

El jugador del partido ha sido sin duda uno de los nuestros, David Villa, auténtico gigante del encuentro, que con tres goles se reivindica como indiscutible en el once titular español y presenta su candidatura a máximo goleador de la Eurocopa. Luis apostó, como se preveía, por el Guaje en punta junto a Torres en detrimento de Cesc, y por un inconmensurable Marcos Senna delante de la defensa.

El equipo ruso, superado en todo momento por los españoles, vivió una auténtica tarde de perros. Hiddink dispuso un equipo con un centro del campo poblado y Pavlyuchenko, solo ante el peligro en punta, ejerciendo de buscavidas.

El partido empezó sin dominio claro, con España intentando hacerse con el balón y los rusos buscando a Pavlyuchenko a la contra. Hasta que en el minuto 20 Torres controló un pase largo de Capdevila y se internó en el área, dejando el balón atrás para que Villa marcara a placer.

El gol fue determinante para el desarrollo del partido. España comenzó a tocar el balón bajo la dirección de un magistral Xavi. La defensa de Rusia fue su perdición, pues dejaban continuamente que los delanteros españoles les ganaran la espalda. En una de esas, al filo del medio tiempo, Iniesta buscó en profundidad a Villa que marcaba así su segundo gol.

El segundo tiempo empezó con Rusia apretando en busca de la remontada. El arrebato duró apenas un cuarto de hora. España se desperezó y volvió a controlar el partido. Rusia buscaba infructuosamente la portería de Casillas mientras España creaba más peligro saliendo con velocidad a la contra. En el minuto 75 llegó el hundimiento de los rusos, con un contraataque español que culminó Villa a sangre fría tras romper la cintura de su defensor.

A cuatro minutos del final logró Rusia el tanto del honor, en un saque de esquina que remató Pavlyuchenko. Cuando el partido agonizaba, Cesc  recogió un rechace del guardameta a disparo de Xavi y ejerció de verdugo de los rusos cabeceando al fondo de la red y colocando el definitivo 4-1 en el luminoso.

El primer partido de la selección se ha saldado con una contundente victoria. El cuadro español no sintió vértigo en su estreno en el torneo y se postula como favorita del grupo. Aún queda mucho camino por recorrer, pero el buen sabor de boca que deja el partido sirve para alimentar el sueño eterno de los aficionados españoles de lograr un título en una gran competición. Los rusos, con la muerte en los talones tras la derrota, tendrán que mejorar notablemente contra los griegos el próximo sábado si no quieren quedarse fuera de juego antes de tiempo en esta Eurocopa.