Pequeñas personas

Amelia Pomares y Erica Contreras .-  Tienen sólo unos días de vida y llegaron al mundo con prisas. Se trata de los ocupantes de la Unidad de Críticos Neonatales del Hospital Universitario de San Juan, niños que han nacido prematuros, es decir, con menos de 37 semanas de gestación, de las 40 semanas en que se desarrolla un embarazo normal.

Los niños prematuros necesitan cuidados constantes mientras están en las incubadoras

Se calcula que esta unidad atiende a más de 170 niños prematuros al año. Lleva abierta desde octubre de 2007 y ya es referencia para muchos padres, incluso de otras ciudades, que quieren tener a sus hijos en las mejores condiciones.

Incubadoras, respiradores monitorizados, monitores para controlar las constantes, lámparas de fototerapia para no dañar los ojos de los pequeños con la luz natural, electrocardiogramas… todo equipamiento es poco para estas pequeñas personas.

Están en las incubadoras de este hospital porque nacieron antes de tiempo, porque aún no están completamente desarrollados o porque tienen un peso por debajo del normal, que puede poner en peligro su vida. Sin embargo, los prematuros tienen, hoy en día, un alto porcentaje de posibilidades de sobrevivir. De hecho, como aseguran los médicos de la Unidad de Neonatos del Hospital de San Juan, por encima de las 35 semanas de gestación, el niño tiene casi un 100% de posibilidades de vivir, mientras que los que nacen antes de ese tiempo han aumentado sus posibilidades de salir adelante con los años y ahora ese porcentaje se encuentra en torno a un 70 u 80 por ciento.

Prematuros en aumento

La tasa de bebés prematuros en España ha aumentado un 13% desde 2001, según la Sociedad Española de Neonatología. Remitiéndonos a estos datos, entre un 8 y un 9 por ciento de los recién nacidos en la Comunidad Valenciana son prematuros. Además, según un informe de la revista científica inglesa The New England Journal of Medecine, publicada el pasado 18 de abril, el 83% de los niños prematuros necesitan, además de los cuidados básicos, respiración asistida para poder sobrevivir, lo que hace necesario que los hospitales posibiliten el tratamiento de los niños más débiles justo después de su nacimiento, pero en Alicante sólo hay tres unidades de neonatales de este tipo: el hospital de Alicante,el hospital general de Elche y el más reciente, el hospital universitario de San Juan.

Las causas de los nacimientos prematuros pueden ser muy variadas, y aunque las más frecuentes son los problemas en la placenta de las madres, por ser muy jóvenes o muy mayores, también influye que el embarazo se produzca por reproducción asistida, lo que se conoce como fecundación in Vitro, o que se trate de embarazos múltiples. Otros factores son que la madre tenga problemas como la hipertensión, infecciones o diabetes, pero nunca se descarta que el problema venga del propio niño, como asegura José Luis Maestre, jefe de sección de la unidad de neonatos del hospital de San Juan.

El tratamiento de estos niños es muy especial, porque pueden tener secuelas con posterioridad a su salida del hospital, como problemas pulmonares, cardiacos, digestivos o incluso neurológicos por la inmadurez del niño. El jefe de sección de la unidad de neonatos en San Juan afirma que, en algunos casos, aunque no es algo que esté probado científicamente, los niños de entre 26 y 28 semanas pueden llegar a tener problemas de conducta más adelante, como déficit de atención, falta de concentración o algo que parece tan simple como problemas con las matemáticas. Cuando el niño nace con más de 35 semanas, sin embargo, los problemas se minimizan y, en un porcentaje mayoritario, ni siquiera quedan secuelas.

Para reducir al máximo los problemas posteriores de estos niños, el hospital ha puesto en marcha varios métodos de tratamiento, no sólo médicos, sino también otros en los que pueden participar los padres, como el método canguro, un sistema que surgió en Sudamérica y consiste en que sea la madre, o el padre incluso, quien coja al niño y se lo apoye sobre el pecho, algo que se ha comprobado logra resultados parecidos a la incubadora. Los niños, de esta forma, regulan la temperatura con más facilidad, engordan más rápido y, psicológicamente, es muy positivo para ellos.

El hospital pretende introducir muchas más mejoras, como un sistema de ruidos y luces, que incluiría un sistema de música para las incubadoras, algo que, aunque curioso, se asegura les puede ayudar en su desarrollo.