Ficción interactiva

Alberto Pastor, Patricia Miralles y Marga Torres-De ciencia ficción, policíacas, de médicos, comedias disparatadas... Las series de televisión siempre han ocupado una parte importante de nuestro tiempo libre, y últimamente mucho más. El seguimiento de la ficción televisiva ya no sólo se reduce a ver los minutos que dura cada capítulo delante de la pequeña pantalla. Ahora, Internet es un protagonista más de todo este entramado que es la promoción de un producto y el fenómeno fan que arrastra detrás.

Series que triunfan fuera y dentro de la red. Como Conocí a Vuestra Madre, Perdidos y Firefly.

Compartir impresiones, discutir las acciones de los personajes, teorizar sobre el futuro de la trama... Todas estas son razones por las que se crean las comunidades de usuarios con el rasgo común que les une: el interés por un determinado producto televisivo. "La televisión se ha convertido en un medio interactivo donde los fans influyen en ella y ella en los fans. Antes si te gustaba algo lo comentabas con tus vecinos, ahora los canales se ven obligados a dar información extra a los televidentes. Y a esto ayudan las comunidades de usuarios, los foros...."

Esta es la opinión de la webmaster de howimetyourmother.es, responsable del funcionamiento del principal fansite en español de la serie norteamericana Cómo conocí a vuestra madre que se emite en España a través de LaSexta y la Fox. Ella, como otros muchos, reconoce que de un tiempo a esta parte este tipo de páginas web y comunidades se han convertido en el punto de encuentro de muchos usuarios ávidos de información sobre las series. "La gente busca foros, fotos, blogs que les remitan las últimas noticias en actualidad televisiva", explica, "y también subtítulos y páginas que les permitan descargarse los capítulos de series que están teniendo un tremendo éxito internacional pero que aún no se emiten en España".

Las cadenas de televisión y productoras tampoco son ajenas a esta nueva forma de expresión del no tan desconocido fenómeno fan. Las campañas virales que se lanzan ante nuevo material de productos ya consolidados, o un llamativo gancho que atraiga a los consumidores para presentar un nuevo proyecto, son estrategias que las productoras están empezando a tener muy en cuenta a la hora de calar en la audiencia. De mantener esas expectativas ya se encargarán los guionistas.

Un ejemplo de buena promoción tanto para contentar a los seguidores acérrimos como para atraer a nuevos espectadores aún reticentes, es Perdidos. Esta serie conocida mundialmente y con millones de seguidores en todo el planeta, se caracteriza, además de por lo enrevesado de su trama, por tener bien tratados a sus fans. Junto con los episodios oficiales que cada semana emite la ABC norteamericana y que al día siguiente ya copan todos los índices de descargas vía red, la productora va dejando pistas en forma de mobisodes, o pequeños adelantos de la serie que no se han incluido en el metraje final de los capítulos pero que revelan información importante para seguir un argumento tan complejo.

El fenómeno fan

Los fans de una serie de televisión saben perfectamente que su opinión importa, ya que si no es la audiencia la que respalda un proyecto, éste no tendrá ninguna posibilidad de continuidad. "Algunos guionistas o productores suelen visitar los foros dedicados a su serie para ver las opiniones de sus más fieles seguidores". Es lo que nos cuenta el responsable de la página web Locos Perdidos. Sin embargo, en algunos casos, las cadenas de televisión han considerado que determinadas series no alcanzaban las expectativas de audiencia que en un principio se plantearon y con ello aparecen los temidos rumores de cancelación. Series como por ejemplo Roswell, Jericho, Veronica Mars o Las Vegas, ya saben lo que es tener su propia campaña impulsada por fans en contra de su desaparición.

Iniciativas asi demuestran una vez más la importancia de los consumidores a la hora de determinar qué producto tiene éxito y cual no. El boca-oreja de toda la vida se ha trasladado a la pantalla del ordenador, generando reacciones hasta la fecha imposibles de creer. En este sentido, uno de los casos más significativos fue el de la última serie de televisión de Joss Whedon, creador entre otras de Buffy, la Cazavampiros, que a finales de 2002 estrenaba en Fox Firefly. Tras pocas semanas de emisión, ésta fue cancelada al no recibir la audiencia esperada por la productora, generando una oleada de críticas en la red por parte de sus seguidores que denunciaban el mal trato que la cadena había dado a la serie: el episodio piloto que introducía el universo de la serie fue emitido cuando ésta ya contaba con varios capítulos a sus espaldas, y el tramo final de la historia quedó inconcluso, aún cuando los épisodios estaban rodados. 

Nadie podía esperar que con la publicación de la serie en formato DVD, ésta se convirtiera en todo un éxito de ventas. Tal fue así que Universal decidió hacerse con los derechos de Firefly para que se realizara un largometraje. Los seguidores de la obra de Joss Whedon habían plantado cara a los productores y se alzaron con la victoria. Eso sí, habría que analizar las causas que llevaron posteriormente a esta película, Serenity, al fracaso en taquilla.

 Del televisor a los monitores

Recientemente la agencia de investigación The Cocktail Analysis presentaba por segundo año consecutivo el denominado informe Televisión 2.0, en el que dejaba patente el éxito de Internet como plataforma para disfrutar de contenidos audiovisuales, entre los que lógicamente se encuentran las películas y series extranjeras. Y no hay más que fijarse en las nuevas políticas de las grandes cadenas estadounidenses para darse cuenta de la importancia que ha adquirido la Red a la hora de difundir series de televisión. De forma similar, en España comienzan a llevarse a cabo tímidamente este tipo de iniciativas, con un notable éxito de audiencia, pero aún sin la intensidad vista en el mercado norteamericano. Sin embargo, dado el volumen de información que se genera en la red a favor del seguidor de las grandes series de televisión, parece claro que el futuro de la ficción televisiva se encamina hacia un sistema más interactivo y participativo en el que los espectadores, más allá de ser meros testigos, puedan contribuir en el desarrollo de las tramas. ¿Acabaremos decidiendo el argumento de nuestra serie favorita?