Su hipotecario ya no vale

¿Globo sonda? Agárrese a la silla. Si lo que publica ASGECO como borrador acaba elevado a la categoría de Ley, el Banco podrá exigir bienes adicionales en el caso de que el valor de su piso hipotecado disminuya más del veinte por ciento.

Los políticos volverían a batir todos los récords de indecencia. Uno tiende a pensar, infeliz, que un crédito hipotecario concedido por un Banco tiene categoría de ente jurídicamente seguro. Es decir, se tasó el bien, se entregó la cantidad, y yo la devuelvo religiosamente mes a mes junto con un puñadito adicional de dinero denominado intereses.

Se supone que los sesudos analistas de riesgo financiero del Banco estudiaron la operación y aprobaron su materialización. Se supone que un Banco es un negocio que conlleva un riesgo y un beneficio cuyas dimensiones van parejas.

La gran mayoría de los mortales no dispone, como las grandes empresas, de un enorme departamento jurídico dispuesto, cuchillo entre dientes, a pelear por sus intereses hasta la muerte. Se supone que para defender a los ciudadanos pedestres están los políticos, y por extensión la poderosa administración pública que se financia con los impuestos de todos.

Pues no. Esos hábiles políticos que hemos elegido hace poco tiempo se afanan en la defensa del negocio de la gran banca. Cualquier atisbo de riesgo para el sector financiero se descarga, por Real Decreto, en los hombros del sufrido ciudadano, que para eso está. Como si no fuera suficiente con el vapuleo recibido en forma de EURIBOR.

Un crédito hipotecario concedido será susceptible de modificación si el valor del bien hipotecado disminuye un veinte por ciento. El pagano tendrá que aportar bienes adicionales como aval. Brillante.

Los políticos propiciaron el boom del ladrillo. Unos por liberalizar ciegamente el suelo, y los otros por no dar marcha atrás a semejante error. Los precios se dispararon por culpa de su alegría normativa. Ahora, en lugar de hacerse responsables de su metedura de pata, escurren el bulto y evitan ejercer la defensa de los ciudadanos frente a los poderosos.

Un disparate que, con suerte, se quedará en globo sonda. Como las soluciones habitacionales de treinta metros cuadrados. Esperemos.