Este año sí (pasamos de cuartos)

“Ganando así todo es posible”. “Permiso para soñar”. Estos son los titulares de la prensa deportiva – Marca y As respectivamente – tras el partido ganado por España a la selección italiana. Muy típico de este país. Hace unos meses la selección era un desastre, el seleccionador un incompetente y la clasificación para la Eurocopa estaba en el aire. Ahora, tras las victorias a Francia e Italia se empieza a creer en el equipo. En los dos meses largos que restan para la Eurocopa nos iremos ilusionando paulatinamente hasta creer que seremos campeones de Europa ¿Hay razones para la esperanza? Pues depende del análisis que se haga.

Sergio Ramos pelea un balón en el partido contra Italia. (foto: rfef.es)

Razones para soñar

• La selección española ha derrotado en los dos últimos partidos disputados a Francia e Italia, finalistas del último mundial y dos de las grandes selecciones europeas. Francia es un equipo veterano, serio y rocoso, no exento de calidad de medio campo en adelante. Italia es Italia. Orden, oficio y competitividad. Pero también la calidad de Pirlo y la eficacia del cañonero Toni. Se trata de victorias importantes, de las que consiguen que un equipo se haga respetar por sus contrincantes.
• Por fin se sabe a qué juega España. El equipo nacional ha vivido tradicionalmente una indefinición en su juego. No ha existido nunca un patrón que identificara a la selección más allá de la estupidez demagógica de la “furia”. El mismo Luis ha dado bastante palos de ciego hasta encontrar su sistema: 4-1-4-1, con cuatro jugadores creativos en medio campo en los que recae el peso del juego. Por detrás de ellos un medio defensivo y por delante un único delantero. Más allá del esquema, lo importante es el estilo, la apuesta por un fútbol elaborado. Puede gustar más o menos. Tendrá sus ventajas y sus inconvenientes. Pero es un estilo claro y definido.
• El centro del campo español es el de mayor calidad que se recuerda. Nunca había tenido España tal cantidad de jugadores creativos: Xavi, Silva, Cesc, Iniesta, Joaquín. Por no hablar del ausente Guti. Además, los medios defensivos – Xabi Alonso, Marcos Senna o De la Red – no son ni mucho menos “Diarràs” o “Gatussos”, sino jugadores con mucho criterio con el balón en los pies.
• El ataque siempre ha sido el punto flaco de la selección. Por primera vez se cuenta con dos delanteros de nivel mundial. A Torres le ha ido de maravilla el cambio de aires y triunfa en la Premier con el Liverpool. Villa, por su parte, ha recuperado la forma y vive un momento dulce en el Valencia. Su gol contra Italia demuestra que sabe fabricarse una ocasión de la nada. Pocas selecciones pueden presumir de una pareja tan letal.
• La portería es una garantía. Nadie duda de que Casillas es uno de los tres mejores porteros del mundo. Para completar la lista hay donde elegir. Bueno y variado: Palop, Reina, Valdés, Diego López, Almunia.
• Si la última Eurocopa la ganó Grecia, ¿por qué no España?

Razones para despertarse

• La historia no habla a favor de la selección. España no ha ganado nada desde 1964. Aquel manipulado gol de Marcelino queda demasiado lejos. En más de cuarenta años sólo una final, la de 1984 contra Francia. Eso sí, muchos cuartos de final. La experiencia dice que en las finales se suelen colar los equipos de siempre, los que están acostumbrados a jugar ese tipo de partidos en los que se soporta una alta presión.
• La defensa española ofrece pocas garantías. Exceptuando a Sergio Ramos, la retaguardia no da razones para la tranquilidad. Puyol vive su peor temporada en primera división. Nunca fue un jugador de excesiva clase. Basa su juego en su portentoso físico, y cuando no está en forma se le nota en exceso. Marchena está en la recta final de su carrera. Pablo y Juanito son dos jugadores limitados y estancados hace tiempo. Quizá la apuesta por el joven Albiol no sea descabellada. El lateral izquierdo parece asegurado para Capdevilla, un jugador correcto sin más. Pero es lo mejor que hay para ese puesto.
• En el centro del campo, como se ha apuntado, hay mucha calidad. Tal vez demasiada. ¿Pueden jugar juntos Xavi, Iniesta, Cesc y Silva? Si Luis consigue armonizarlos y conseguir que cada uno ofrezca su mejor versión está claro que será una medular temible. Pero hasta ahora no ha sido así. La mayoría de las veces se estorban. Por otro lado, si no se le da una gran velocidad a la circulación de balón el juego se vuelve demasiado lento y previsible.
• El sistema de Luis desprecia las bandas. La acumulación de jugadores fantasiosos produce un embotellamiento en el centro, mientras que las bandas quedan exclusivamente para los laterales, que de esta forma nunca sorprenden. Al jugar con un único delantero tampoco éste puede dejarse caer a banda con asiduidad.
• Cesc no termina de funcionar en el equipo nacional. El futbolista del Arsenal en su club es la pieza clave del engranaje de Wenger, mientras en la selección se encuentra perdido. Se debe intentar que encuentre su sitio porque no es de recibo desaprovechar a uno de los mejores jugadores de la Premier.

• Parece demasiado lujo prescindir de dos jugadores de la categoría y experiencia de Raúl y Guti. El caso de Raúl está cerrado. A pesar de ser el máximo goleador nacional esta temporada, Luis ha decidido no incluirlo en la lista definitiva. Las razones sólo Luis – y es de suponer que Raúl – las sabe. Lo cierto es que en el sistema por el que ha apostado el seleccionador, con un sólo delantero,  tendría difícil cabida el 7 blanco. El caso de Guti nunca estuvo abierto. No es del gusto de Luis. Uno no puede dejar de pensar que aun no siendo titular podría ser un jugador válido para actuar como revulsivo en partidos complicados. Nadie tiene un último pase como el suyo. Tampoco parece clara la convocatoria de Joaquín, ausente en los dos últimos partidos. Aunque no pase por su mejor temporada, es otro jugador de gran calidad para desatascar defensas contrarias pobladas. Además es uno de los pocos jugadores de banda con que cuenta el fútbol nacional.