Seguramente no pasaría una entrevista de trabajo en un banco de inversiones -sobre todo porque las quiebras se suceden- pero sería el rey de la noche. La diseñadora Ana Locking sabe que a las féminas les apasiona saquear el armario masculino en busca de detalles con los que convertir una vulgar camiseta en objeto del deseo, así que se lo pone fácil.