¿Reír o llorar? Cesc Fábregas, que ha entrado en la segunda parte, ha sido el encargado de lanzar el último penalti. Y lo ha hecho con mucha clase y total naturalidad. Eso sí, después del lanzamiento, no sabía bien cómo reaccionar. No sabía si reír o llorar por toda la tensión y la emoción contenida de un duelo de 120 minutos vibrantes.