La cárcel de Carabanchel, que fue construida entre 1940 y 1944 por más de 1.000 presos políticos, permanece cerrada desde 1998. El 9 de octubre de ese año salieron del penal los últimos 30 presos. Ahora, casi diez años después, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se propone convertir el lugar en un centro para la paz.